Tuesday, September 3, 2013

Mercado Tirso de Molina, un lugar que llama la atencion a cualquiera que circule por él gracias a su particular diseño. Pero a quien va a él para centrarse estudiosamente en cómo dicha arquitectura interactúa con las corrientes de aire (materia que actualmente es la protagonista de nuestras clases), ofrece más de alguna interrogante.


Hasta hace algunos meses, dicho recinto presentaba más de un problema a quienes trabajan o moran temporalmente en ella, pues las corrientes de viento eran insoportables, al punto de arrastrar objetos livianos, lo que alteraba fuertemente la comodidad en el recinto.
Hace algunos meses, dueños de locales colocaron en el segundo piso mallas de nylon para detener las brisas. Para bien o para mal, aunque estas mayas lograron su cometido de frenar la corriente, el aire dentro de la estructura se volvió denso e irrespirable. ¿Por qué? Pues, dichas mayas actúan como biombos climaticos, impidiendo que el aire entre, pero, asimismo, que éste salga del recinto y no se renueve.En consecuencia, pese a tratarse de un recinto "abierto", el mismo aire encerrado impide que el aire fresco ingrese correctamente a éste, y evacúa a razón menor de la que ingresa.


Sin embargo, pictóricamente, el Mercado es digno de dedicarle una mirada atenta pues, asfixiante como lo es, su presencia llama la atención.


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