Hace algunos meses, dueños de locales colocaron en el segundo piso mallas de nylon para detener las brisas. Para bien o para mal, aunque estas mayas lograron su cometido de frenar la corriente, el aire dentro de la estructura se volvió denso e irrespirable. ¿Por qué? Pues, dichas mayas actúan como biombos climaticos, impidiendo que el aire entre, pero, asimismo, que éste salga del recinto y no se renueve.En consecuencia, pese a tratarse de un recinto "abierto", el mismo aire encerrado impide que el aire fresco ingrese correctamente a éste, y evacúa a razón menor de la que ingresa.
Sin embargo, pictóricamente, el Mercado es digno de dedicarle una mirada atenta pues, asfixiante como lo es, su presencia llama la atención.
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